Pintura ecológica

Desde la aparición del hombre existe la necesidad de cambiar.
De ahí el arte rupestre...
Cambiar el entorno pintando la piedra, cambiar el aspecto maquillándose o tatuándose, siempre intentando decir algo.
¿Qué tal si experimentamos lo que sentían nuestros ancestros al elaborar sus materiales?

Arte del origen: Pintar con la madre naturaleza.

Foto: Emilio Guzman

Arte del origen, es una invitación a pintar como lo hacían nuestros ancestros los aborígenes. El rostro de la niña en esta foto, muestra las pinturas de piel en la cara de una hermosa indígena Piaroa de nuestra amazonía venezolana. Su pintura corporal tiene una función de protección espiritual que la cultura de estos pueblos le ofrecen a sus hijos.

Para pintar, sólo se necesita utilizar pigmentos o pinturas, y la naturaleza los tiene en abundancia, tanto minerales como vegetales. También existe pintura animal, es decir tomada de los propios seres vivos animales. Los minerales los obtenemos de las tierras, arenas, piedras u otros productos naturales como el petróleo, que representan los minerales terrestres o terráneos y subterráneos. Los pigmentos vegetales son los que obtenemos de las plantas, de sus hojas, corteza, raíces, flores, semillas, u otras partes de un vegetal.

Los pueblos indígenas y sobre todo, los shamanes o piaches (médicos espirituales), para realizar rituales de celebración, curación o para otros fines, utilizan pigmentos como el onoto, el carbón, la caraña tomada de un árbol, y otras diferentes pinturas que la madre naturaleza le ofrece al ser humano y sus culturas.

Fotograma de la película “Reverón” de Margot Benacerraf.

Armando Reverón (Caracas, 1.889), el gran pintor venezolano de Macuto, creador de sus famosas muñecas y jaulas de pájaros, es el pintor conocido como “el mago de la luz”, por utilizar y descubrir de la mejor forma el blanco y su gran fuerza entre luces y sombras. Reverón, un año antes de morir obtiene el Premio Nacional de Pintura en Venezuela. Este artista acostumbraba a triturar onoto, carbón y otras materias primas como pigmentos, para utilizarlo luego como pintura. Reverón vivía entre la naturaleza y aunque vivió y estudió en Europa, prefirió después vivir en el mar y en su choza de playa.

Julian Grater, 1987. Carbón, grafito, acrilico, betún,

cera, paja y pétalos de flores sobre papel.

Portada del disco "Passion" de Peter Gabriel,

banda sonora de la pelicula "La ultima tentación de Cristo".

Arte del Origen, rescata el valor del arte rupestre y de otros artistas venezolanos e investigadores, para además complementar con otros ensayos más, el ARTE DEL ORIGEN.

Pocas personas sabían que con los pétalos de las flores y con las hojas verdes se podía pintar (sin utilizar agua, y sin hacer ningún otro procedimiento complicado). Sólo se deben frotar las hojas y flores (pintura vegetal) sobre el papel (hoja o cartulina) y entonces, el color saldrá e imprimirá de hermosos tonos nuestra base o soporte que es el papel. Las flores nos ofrecen amarillos, rosados, azules, morados, rojos, y diferentes matices.

La tierra arcillosa (arcilla), la cual es un pigmento mineral, posee muchas tonalidades que van desde el gris, el marrón, el amarillo, el color terracota, el negro y otros colores. Sólo se debe agujerear un poco la arcilla con los dedos y gotear con agua, para luego pintar con el líquido obtenido del color arcilla.

El onoto o achiote, es un arbusto de porte mediano o pequeño árbol arbustivo, de nombre científico Bixa Orellana L., de cuyas semillas se utiliza su color rojizo, al ser golpeadas éstas dentro de una taza, mortero o vaso cilíndrico con un trozo de palo. Se utiliza apenas un poco de agua como disolvente para obtener su pintura (tintura). Se debe probar hasta lograr la intensidad de color que queramos para nuestra obra.

El carbón se utiliza directo -sea sacado del fogón o de la estufa-, o también se puede comprar como carbón vegetal natural, el cual puede ser triturado o partido en pedacitos, y se usa sólo uno o varios trocitos, según nuestra intención de dibujo o pintura, como si fuese un lápiz (delgado o grueso).

El chimó es un producto semi-industrial que se ha utilizado de generación en generación por nuestros ancestros. El chimó consta de una preparación en la cual, sus mayores componentes son el tabaco y la ceniza. Se debe utilizar en lugares ventilados para evitar mareos o molestias de olor. Sin embargo, el chimó es un excelente pigmento que ofrece diferentes tonos sepias de gran riqueza.

El chimó se coloca sobre un vasito de plástico y con muy poca agua se va dejando humedecer. En pocos minutos, el agua se va haciendo marrón o sepia según la cantidad usada. Así tendremos colores fuertes y saturados, o quizás suaves para hacer aguadas, como se utiliza tradicionalmente en Mérida por parte de algunos pintores populares.

Podemos lograr encontrar todos los colores que queramos investigando, experimentando y buscando tonos en las tierras y arcillas, o en plantas como la remolacha, el café, o en las piedras blancas (el yeso), o en las piedras amarillas o grises, y en muchos bosques, sabanas, valles o en los jardines, las bodegas y en las casas tradicionales.

Como ves, para pintar no se necesita mayor cantidad de dinero, ni grandes aparatos como bastidores, pinceles profesionales, paletas especiales u otras pinturas de marcas importantes, las cuales normalmente son costosas.

Se puede pintar con los dedos, dibujar con el carbón y experimentar con lo que tengas a mano. La mejor forma de pintar es en equipos, en colectivos y grupos de amigos, o a través de la escuela y con el apoyo del maestro de pintura o de manuales, y también, mediante los talleres de la Casa de Cultura o agrupación de tu comunidad, donde si no lo saben, tú les enseñarás el gran valor de la pintura natural, como en los talleres de Arte del origen.

Las brochas y pinceles, los puedes hacer tú mismo con un palito y mechitas de pelo de animal o pajitas de palma, pelo humano, u otro material que encuentres. Para raspar en la pintura realizada por ti, y dejar líneas, huecos o manchas, se puede utilizar las propias uñas, palos o cuchillos sin filo y de plástico.

Por otra parte existen otras pinturas no sólo las naturales, las cuales son de bajo costo, como los colores de cera y de plástico, así como también algunas témperas o pinturas al frío.

Ahora quizás, se nos ocurre preguntarnos:

¿Entonces de dónde viene la pintura industrial, el óleo o cualquier pintura preparada y envasada, como la de caucho que se usa para pintar las casas?

R= Pues bien, resulta que la pintura industrial consta de tres partes:

1. El pigmento, el cual se obtiene de tierras (óxidos), carbón y otros más, de origen natural.

2. El medio, a través del cual se da consistencia a la pintura o sea, la base para que ésta se pueda hacer más gruesa y para que no sea tan aguada -tan líquida- Por ejemplo: la cera, la goma, la clara de huevo, el aceite, y las resinas acrílicas. (Uno de los pintores que utilizaba las técnicas más antiguas de preparación, ha sido el pintor italiano Leonardo Da Vinci, quien debía elaborar su propia pintura, porque no se podía ir a una tienda de arte a comprar óleo industrial en el año 1500).

3. El disolvente: solución que permite diluir la mezcla del pigmento y el medio. Los disolventes pueden ser agua, trementina, bencina, alcohol, etc.

El papel también lo puedes hacer tú mismo si quieres, y se llama papel artesanal, el cual se elabora utilizando papel ya desechado (reciclado), más una base que lo haga compactarse como el líquido que suelta la cayena o la gelatina sin sabor, y además fibras o texturas como hojas, pajas, flores u otros.

Como ves, para hacer arte, sólo necesitas ser creativo, cuidar más la naturaleza y lograr sacar de ti, lo mejor de tu creación interna de artista.

Fuentes:

• ARRÁIZ LUCCA, Rafael. “La alegría de pintar”. Museo de Arte Contemporáneo “Sofia Imber”. Caracas, 1990.

• RODRIGUEZ, Ender. “Cantos del origen, aproximación a las culturas indígenas y a la postmodernidad”. Nadie Nos Edita Editores – CONAC. San Cristóbal, 2002.